Todos hemos tenido alguna vez dudas en el amor. Mantener una relación de pareja requiere sensibilidad, atención y en ocasiones una buena dosis de paciencia; por ello, no es extraño que nos preguntemos de vez en cuando si realmente merece la pena continuar con nuestra actual pareja, sobre todo si ya llevamos un tiempo con ella y se ha disipado parte de la «magia» del principio.
Sin embargo, a pesar de que se trate de algo tan común, muchos de nosotros no estamos preparados para sentir estas dudas en el amor y lo solemos pasar muy mal. ¿Significa esto que no es la persona adecuada para mí? ¿Deberíamos romper, a pesar de que hasta ahora todo ha ido bien?
En ocasiones, es cierto que las dudas sobre las relaciones de pareja pueden indicar un problema más profundo que tiene que ser solucionado, o de lo contrario la relación no prosperará. Sin embargo, en otras muchas ocasiones, las dudas en el amor aparecen debido a que nuestras expectativas de cómo debe ser una pareja no son realistas. En este caso, sentirse inseguro sobre la relación no tiene por qué significar que haya un problema más grave. En el artículo de hoy aprenderemos a distinguir entre estos dos tipos de dudas.
Dudas en el amor: ¿por qué se producen?
Las dudas en una relación de pareja pueden aparecer por diferentes motivos. Algunos de ellos no significan nada sobre la salud de la relación, mientras que otros nos están indicando que es necesario llevar a cabo un cambio. En general, las dudas en el amor más comunes se producen en las siguientes situaciones:
En respuesta a un cambio (externo o interno).
Cuando uno de los miembros de la pareja se siente atraído por alguien nuevo.
Veamos cada una de ellas.
Cuando aparecen los cambios en la pareja
Las películas románticas nos han hecho mucho daño. En casi todas ellas se muestra el inicio de una relación, cuando los sentimientos son más fuertes, todo parece de color de rosa y las dos personas son totalmente compatibles y se pasan el día mirándose a los ojos con cara de pánfilos. Sin embargo, hay menos cámaras que recojan lo que ocurre después.
Y lo cierto es que todos hemos experimentado esta sensación alguna vez. Cuando empezamos a salir con una persona nueva, a veces estamos tan enamorados que sólo podemos ver lo bueno que tiene y obviamos todo lo negativo. Lo más común en estos casos es comenzar a salir, y entrar en una relación que nos hará muy felices durante unos meses.
¿El problema? Que esta sensación siempre se acaba. Según las últimas investigaciones sobre el amor, esta fase (que técnicamente se llama «limerencia») dura entre tres meses y un año. Después, los sentimientos se transforman, y aparece el verdadero amor romántico. Sin embargo, la mayoría de nosotros, al sentir que esta sensación desaparece, nos asustamos y empezamos a sentir dudas sobre nuestra pareja. Sobre nuestro amor, sobre el suyo o sobre los dos.
Si te ha sucedido algo así, no te preocupes: es la evolución normal del amor. Lo importante en estos casos es centrarse en establecer una buena comunicación y confianza con la otra persona, además de trabajar para mantener la pasión a largo plazo. Según las investigaciones, estos son los tres componentes fundamentales del amor sano y duradero.
Lo mismo puede ocurrir si se produce un cambio importante en la vida de uno de los dos miembros de la pareja. En estas situaciones, es fundamental para la salud de la relación que ambos actuéis como un equipo. En general, todas las relaciones tendrán altibajos de este tipo, pero si la pareja mantiene un equilibrio y los canales de comunicación abiertos, es probable que la unión salga reforzada.
¿Qué pasa si hay alguien más?
De nuevo, Hollywood ha hecho propaganda de algunas creencias sobre el amor bastante dañinas. En este sentido, algunas de las dudas más frecuentes aparecen cuando no sentimos a traídos o detectamos que nuestra pareja se puede sentir atraída por una persona nueva. Sin embargo, ¿significa esto que nuestra relación está condenada? No necesariamente.
La realidad es que, para la mayoría de las personas, que estén enamoradas no implica que no puedan sentirse atraídas por alguien más. Por el contrario. Esto es así porque la decisión de estar con una sola persona emana de nuestro compromiso: el de elegir en todo momento a nuestra pareja por encima de cualquier atracción momentánea o casual.
Por eso, si te sientes atraído por alguien nuevo y eso te hace dudar sobre tu relación, respira hondo. No se trata del fin del mundo ni de tu relación; por el contrario, seguir con tu actual pareja o dejarla por la persona nueva es una decisión que sólo tú puedes tomar, tras pensarlo racionalmente y sin dejarte llevar por la emoción del momento.
Otro tema distinto es, por supuesto, la aparición de una infidelidad. En estos casos, el problema no es la atracción hacia otra persona, sino la ruptura de la confianza en la pareja. Ambos miembros de la relación deben entonces decidir si creen que pueden reconstruirla o si, por el contrario, es mejor empezar de cero.
Reflexión final
Una relación de pareja no es un proceso estático, sino dinámico. ¿Esto qué significa? Que con el paso del tiempo todo cambia. Nosotros evolucionamos al igual que nuestra pareja. Una pareja consiste en dos personas independientes que deciden compartir su tiempo. Sin embargo, esto no quiere decir que estemos libres de dudas. Cuando comenzamos una relación tenemos unas expectativas que se pueden cumplir o no cumplir. Es importante no formarse demasiadas expectativas, porque el día que no se cumplan nos sentiremos defraudados.
Lo importante es saber lo que nos aporta nuestra pareja: estabilidad, tranquilidad, alegría, momentos inolvidables… Cuando tengamos dudas debemos sopesar qué queremos, porque al final será nuestra elección. Por otro lado, si comenzamos a fijarnos en otra persona y nuestra relación lleva un tiempo cuesta abajo y sin frenos, quizá sea momento de replantearnos la situación.
Levinger (1996) definió el compromiso como «la suma total de atracciones y barreras dentro de una relación, menos la suma de las atracciones y barreras que rodean la alternativa externa más relevante». ¿Que nos quiere decir este autor? Que para que una relación sea comprometida y perdure, los pros han de ser superiores y mejores que los contras. Esta definición nos puede servir como orientación cuando estamos en un punto en el que no sabemos qué hacer. ¿Seguir o no seguir? Aún así, sólo nosotros podemos mirar a nuestro interior y saber realmente qué queremos.
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