¿Para qué sirven las emociones?
- La Inigualable
- 2 mar 2022
- 2 Min. de lectura
Intentar definir el concepto de emoción es complicado, ya lo decía Wenger, Jones y Jones: “Casi todo el mundo piensa que sabe qué es una emoción hasta que intenta definirla. En ese momento prácticamente nadie afirma poder entenderla”.

Las emociones en sí son procesos fisiológicos y de comportamiento propiamente innatos. A pesar de esto, algunas pueden ser adquiridas por medio de la observación de las personas de nuestro entorno. En estas respuestas globales, como podríamos denominarlas, intervienen tres componentes fundamentales:
• Cognitivo: componente consciente o inconsciente que se basa en la valoración subjetiva de un acontecimiento.
• Neurofisiológico: totalmente involuntario abarca emociones tales como los temblores o el sudor.
• Conductual: puede ser voluntario o involuntario como el llanto, el tono de voz o nuestros movimientos corporales.

Las emociones presentan 3 funciones importantes principales:
• Adaptativa: cada emoción tiene su propia utilidad. Por ejemplo, el miedo tiene la función de proteger y el asco funciona como rechazo.
• Motivacional: energiza la conducta motivada que se realiza de una forma más vigorosa y eficaz.
• Comunicativa: abarca la comunicación intrapersonal y la interpersonal. De la intrapersonal obtenemos información propia. En cambio, en la interpersonal se presta atención a la comunicación verbal y no verbal, que influyen en la conducta de los demás.
En definitiva, las emociones son una respuesta emocional de sensaciones agradables y desagradables que difieren en intensidad y duración. Estas sensaciones nos ayudan a afrontar determinadas circunstancias de nuestra vida con mayor o menor éxito. En relación a nuestras experiencias, nuestras emociones básicas o innatas se pueden transformar en emociones sociales. Estas cumplirán una función elemental al ser aprendidas de acuerdo a las normas de socialización que establecen o no límites con respecto a la expresión de dichas emociones.
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