Relación entre hipertensión arterial y deterioro cognitivo
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Relación entre hipertensión arterial y deterioro cognitivo

La hipertensión arterial es un punto fundamental en el que podemos actuar para prevenir el deterioro cognitivo, especialmente en los personas con más riesgos. Te lo contamos.

La hipertensión es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. Pero ¿qué relación existe entre hipertensión arterial y deterioro cognitivo? Se está viendo que el daño que este trastorno provoca en los vasos sanguíneos cerebrales también causa síntomas cognitivos y conductuales, como el deterioro cognitivo, la demencia e incluso la depresión. Esta relación implica la necesidad de abordar estos trastornos de forma común. La población cada vez está más envejecida y los pacientes mayores presentan este cuadro con mucha frecuencia. Por lo tanto, hace falta buscar alternativas en el tratamiento que puedan abordarlo de manera adecuada.

¿Qué es la hipertensión arterial?

En la actualidad, cada vez está aumentando más la prevalencia de la hipertensión arterial, así como de las enfermedades asociadas a ella. Pero ¿en qué consiste realmente? La hipertensión arterial es un trastorno en el que la sangre ejerce una fuerza elevada contra las paredes arteriales. Aumenta cuando lo hacen, a su vez, la cantidad de sangre que el corazón bombea y la estrechez de las arterias.


Factor de riesgo para otras patologías

La hipertensión arterial, como hemos dicho, es un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. Afecta a muchos órganos y sistemas, entre los que se encuentra el cerebro:

  • Si provoca daños grandes en sus vasos sanguíneos, aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV).

  • Por otra parte, los daños microvasculares implican la aparición de pequeños infartos silenciosos.

  • A largo plazo, la hipertensión arterial provoca un deterioro de las funciones cognitivas.

Hay que tener en cuenta que es un factor de riesgo modificable. Es decir, a través de la dieta, de los hábitos saludables y, si es necesario, de la medicación, podemos controlarla. Diversos estudios aseguran que las mujeres son más vulnerables a estos daños debido a la pérdida de estrógenos asociada a la menopausia. Estas hormonas tienen una acción neuroprotectora. En la actualidad, los trastornos cardiovasculares son la primera causa de muerte en mujeres. Aunque en las personas más jóvenes la hipertensión arterial tiene más incidencia en hombres, después de la menopausia no es así. Así mismo, la prevalencia de demencia también es mayor en las mujeres.

Hipertensión arterial y deterioro cognitivo

Hipertensión arterial y deterioro cognitivo están ligados con más frecuencia en los pacientes que no controlan su tensión de forma adecuada. En cuanto a esto, cabe destacar que la relación entre hipertensión arterial y deterioro cognitivo se debe a diferentes causas que, a menudo, actúan de forma simultánea. Los tres puntos más importantes que se estudian son los siguientes:

  • El deterioro cognitivo puede ser consecuencia de otras enfermedades para las que la hipertensión arterial es un factor de riesgo importante. Es el ejemplo de patologías como:

    • Cardiopatías o trastornos del corazón.

    • Obesidad.

    • Dislipemias.

    • Accidentes cerebrovasculares.

    • Trastornos del sistema nervioso central.

    • Diabetes mellitus tipo 2.

    • Hipertrofia de próstata.

    • Asma.


  • La hipertensión arterial provoca daños de forma directa en los vasos cerebrales. Se producen cambios en las arterias y en los vasos sanguíneos del cerebro. Pueden aparecer distintas afecciones como las siguientes:

    • Microinfartos.

    • Arterioesclerosis.

    • Disminución de las funciones cognitivas.

    • Engrosamiento de las paredes de los vasos.

    • Disminución del riego sanguíneo.


  • Los tratamientos antihipertensivos a menudo llevan al deterioro cognitivo y tienen especial importancia en la disminución de la memoria:

    • Betabloqueantes: disminuyen el flujo sanguíneo.

    • Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECAs): relajan los vasos.

    • Antagonistas de la angiotensina II: relajan los vasos sanguíneos.

    • Antagonistas del calcio: dilatan los vasos y reducen la contracción cardíaca.

    • Diuréticos: reducen el volumen sanguíneo al favorecer la eliminación de agua. Dilatan, en parte, los vasos.


Aunque, como hemos visto, las causas pueden ser diversas, lo cierto es que la hipertensión arterial sostenida en el tiempo y no controlada tiene graves consecuencias para el cerebro. De forma paulatina se van reduciendo funciones como la capacidad de atención, la memoria visual y la orientación. Al final, aparece dificultad para realizar las tareas cotidianas.

El deterioro cognitivo controlando la hipertensión arterial

Ante todo, hay que destacar la importancia de la prevención y de la detección temprana del deterioro cognitivo. La hipertensión arterial es un punto fundamental en el que podemos actuar para prevenir este trastorno, así como en el cuidado de las capacidades cognitivas de los sujetos con más riesgo. Hipertensión arterial y deterioro cognitivo son enfermedades que se mantienen en el tiempo, por lo que debemos considerar el impacto que tiene la medicación crónica en los pacientes. Por eso, conviene incidir en los hábitos saludables. Una alimentación equilibrada y el ejercicio físico, así como el control regular por parte del médico, pueden ayudar a prevenir estos trastornos.

Fuente: Dr. Card. Sara Viruega Fotos: Internet Imágenes: Secretaría de Salud México / ENSANUT 2018

Bibliografía:

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Los contenidos de Mi Forma de Sentir se redactan solo para fines informativos y educativos. No sustituyen el diagnóstico, el consejo o el tratamiento de un profesional. Ante cualquier duda, es recomendable la consulta con un especialista de confianza.


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